Amazon ha adoptado una postura más dura que muchos de sus rivales, ya que el Covid-19 se ha convertido en una amenaza menos cotidiana. Los empleados han descrito a Reuters cómo Amazon les ha exigido que se presenten, en algunos casos, en oficinas distantes o que se trasladen a Seattle para conservar sus puestos de trabajo.
A algunos empleados que no cumplían sistemáticamente con el mandato de tres días se les dijo que “renunciaban voluntariamente” y se les bloqueó el acceso a los sistemas de Amazon. Un portavoz de Amazon no respondió de inmediato para decir si el nuevo mandato será tan estricto, ni tampoco lo dejó claro una sesión de preguntas y respuestas de los empleados compartida con Reuters el lunes.
La orden ha sido profundamente impopular entre un grupo de empleados que han dicho que trabajar desde casa es efectivo y ahorra tiempo y dinero en desplazamientos. En mayo del año pasado, los trabajadores de la sede de Amazon en Seattle organizaron una huelga en protesta por los cambios en la política climática del gigante del comercio electrónico, los despidos y la orden de volver a la oficina.
Como parte de una reestructuración organizacional, Amazon busca aumentar la proporción de colaboradores individuales por gerentes en al menos un 15% para fines del primer trimestre de 2025. En la sesión de preguntas y respuestas, Amazon dijo que “algunas organizaciones pueden identificar roles que ya no son necesarios”, sin dar detalles adicionales.
Amazon también está eliminando un programa anterior que permitía a los trabajadores la opción de trabajar desde cualquier lugar durante cuatro meses al año, según las preguntas y respuestas.
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